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19.10.07

Capitulo 29 (EPC)

Capitulo 29:
Un final
Las clases seguían su normal curso. Las chicas tenían pociones a primera hora, así que con mucho esfuerzo (y pensando que sería una de las ultimas clases del año) se levantaron.
El gran salón estaba a medio llenar aunque esa gente estaba más dormida que despierta.
― ¿Creen que tome lección? yo no estudie mucho.― Murmuró Danielle, sentándose.
― Lo único que quiero es que termine rápido.― Se quejó Cristhy.― Además...― Su discurso fue interrumpido por un Slytherin.
― Necesito hablar contigo. ― Miró a Avril.
Esta se levantó y caminó hacia la salida junto con Malfoy.
Ambos salieron a los terrenos
― Que pasa. ― La pequeña largó un bostezo. ― ¿Para que querías hablarme?
― Toma. ― Metió su mano en la túnica y sacó una pulsera ya conocida por la pequeña.
― Esa es...―
― La pulsera que te robó Evelyn.― Afirmo Lucius mientras se la entregaba. ― Se la saque ayer a la noche.―
― Pero ¿cómo hiciste? ―
― Digamos que sus padres están bastante enojados por cómo se comporto en el año y no le gustaría para nada que ellos se enterasen que te robo. ― Avril abrió los ojos por la sorpresa. Sus dedos pasaron lentamente por las dos piedras que quedaban en la misma pulsera.
― Con respecto a lo de tu " enamoramiento" con Black...estuve averiguando..― Miro a la chica que estaba escuchándolo atentamente.― Y conseguí a un especialista en estas cosas...me tome la libertad de comentarle el problema y me dio la solución para averiguar cuál de las piedras tomaste..―
― Tu... ¿hiciste eso por mi?― Lucius se quedo callado aun sin perder ese aire de superioridad.
― Lo que tenemos que hacer es un pequeño conjuro, cada piedra mostrara su "esencia" y la que sea más oscura será la de mayor duración.― Avril asistió levemente.― ¿Cuando tienes tiempo?
― Bueno...si quieres podemos hacerlo esta noche.― Comentó Avril.
― En el aula de encantamientos, la vieja.―
― ¿La que está en la torre este?― El joven Slytherin asistió― Esta bien, allí nos vemos.― Lucius dio media vuelta y se fue caminando, pero antes de que pudiera doblar en la esquina la pequeña lo llamo. ― ¡Gracias!― El rubio sonrió medianamente y siguió como si nada.
Por su parte Avril se dirigió lentamente hacia el gran salón; estaba tan metida en sus pensamientos que no vio al doblar la esquina y choco contra alguien.
― Podrías ser un poco más cuidadoso. ― Exclamó enojada desde el piso. Sirius sólo la miro fijamente.― Que elocuente te levantaste hoy Black.― Comentó Avril sarcástica. Antes de que pudiera responder la chica ya estaba entrando al comedor.
*―*―*―*―*
El día paso con normalidad excepto que Cristhy voló su caldero en clase de pociones, pero en realidad no es nada fuera de lo normal.
Tarde en la noche, Avril salió con mucha cautela para su encuentro con Malfoy, sin embargo un piso antes de llegar al lugar acordado...
― ¿A dónde vas?
― No creo que tenga que darte explicaciones..― Se dio media vuelta y se encontró cara a cara con Sirius.
― ¿Que fue lo de hoy a la mañana y lo del almuerzo? por poco y me tiras todo el jugo en sima!― Se quejo el apuesto muchacho.
― No creo que sea la primera vez que lo hago. ― Se excuso Avril monótona.
― Es la primera vez que tratas de estamparme con la jarra también.― Le recordó molesto Sirius. Avril sólo miró desinteresada para la pared.
― ¿Algo más que decirme? es que estoy apurada. ― No le dio tiempo a nada, como si la charla terminara allí, comenzó a caminar hacia su destino. Con lo que no conto era que el joven Black la siguiera.
― ¿Por qué lo haces tan difícil?― Sirius se apuro y se posicionó frente a ella.
― ¿Que hago difícil?― Sus ojos grises se clavaron en los de él.
― Todo ¿por dónde empiezo?― Avril lo miró fastidiada. El joven no le hizo caso a esta mueca. ― Sabes, tú no eres nada fácil...en este año he cometido muchos errores, pero ¡tu también lo has hecho!
― Si, lo sé, pero eso es algo natural en mí, yo nunca me jacte de ser perfecta. ― Se defendió la pequeña.
― Bueno.―
― Black, ya basta, estoy cansada, de ti, de mi, de nuestras peleas, ¿ no podemos dejarlo simplemente en dos compañeros que no se soportan? porque al fin y al cabo eso somos.
― Esta bien.― Contestó rápidamente Sirius. Se harto de tratar de hablar con ella, si eso quería, entonces eso serian.― Que te vaya bien en lo que tengas que hacer. ― Comentó duramente y taladrándola con la mirada.
― Me ira.― Dijo Avril igualmente dura.
― Bien.― Contestó él
― Bien.―
― BIEN.―
―..― Avril no contesto, lo fulmino con la mirada y siguió su camino.
El pasillo solo dejaba escuchar los tenues pero firmes pasos que daban cada uno.
Tiempo después, Avril llego a su destino. El olor que sintió al entrar en el aula la mareo un poco pero pudo recuperarse a tiempo.
― ¿Malfoy?
― Adelante.― Escucho que decían tras una de la estantería.
En una mesa bastante grande colocada en medio de la sala estaban apoyados una cantidad de libros unos arriba de otros.
― Perdón por el retraso. ―
― No importa. ― Lucius estaba muy concentrado leyendo. ― Me puedes pasar eso. ― Señalo una caja en una de las estanterías. Avril se lo alcanzo.
― ¿Que es todo esto?
― Libros.―
― Ja..ja..ja...que gracioso Malfoy.― Comentó sarcástica.
Lucius seguía anotando en un cuaderno.
― ¡Ya está!― Exclamó.
― ¿Qué cosa?
― Mira. ― Le mostro los apuntes.― Cada esfera tiene una escancia ¿no?― Avril afirmó. ― Bueno, lo único que nos faltaba averiguar de qué color debían ser éstas.―
― ¿Y cómo?
― Como te dije, estuve averiguando, y me contactaron con una persona que sabe de estas cosas.― Avril lo miraba fijamente. Él se apoyo en el filo de la mesa. ― Lo que me dijo fue que para averiguar el color de esto tenía que hacer algunos cálculos, me mandó estos libros para que pudiera terminar de hacerlos y...
― ¿Hiciste todo esto solo para ayudarme?― Lucius no dijo nada, seguía inexpresivo.
― Al tener todo la información podremos saber cuál es la que te tragaste.―
― Esta bien.―
― ¿La pulsera?― Avril sacó la misma del bolsillo de su túnica. Se la entrego.
― El conjuro es simple, ten.― Le dio uno de los libros.― Solo tienes que recitarlo.
― Bueno. ― Avril leyó el texto.
― Comencemos por esa. ― Propuso el Slytherin tomando cuidadosamente la piedra de la punta. ― ¿Estás lista?― Avril afirmó y con un movimiento de varita al tiempo que recitaba lo del libro, apunto a la diminuta piedra.
Un humo intenso y de color marrón salió instantáneamente de la esfera.
― Esta es la de toda la vida. ― Murmuró Lucius.― ¿Quieres probar?― Preguntó burlón. Avril soltó una risita.
― No gracias, ya bastante tengo con este Karma. ― Opinó.
Lentamente la esfera de humo desapareció.
― Bien.― volvió a colocar la esfera en su lugar. ― Ahora ésta.― Avril hizo el mismo procedimiento, la esfera fue color roja.
Por un momento se quedo mirándolo.
― ¿Y esto que significa?― Preguntó la pequeña después de unos segundos.
― Es la de un día. ― Avril suspiro notablemente.― Eso quiere decir que tragaste la piedra de horas.― Dijo aun leyendo su cuaderno de apuntes.
― Pero ¿entonces por qué duro tanto?― Lucius quedo pensativo un rato mientras colocaba la piedra en la pulsera.
― Tal vez...el tiempo modificó de alguna manera los componentes del conjuro.
Ambos se quedaron mirando durante unos minutos.
― Gracias por esto, por todo lo que hiciste.― Se decidió la pequeña. ― Te lo agradezco.
― No es nada, después de todo fui el culpable de que comieras esa pastilla. ― Contestó con voz neutral.
Avril asistió divertida.
Minutos después, ya para esfumar el aire incomodo que se había formado, los dos jóvenes comenzaron a guardar todo.
Como si la vida se le fuera en ellos, el sly acomodaba los libros en una caja, se lo veía algo nervioso.
― Si quieres…― Slytherin por fin hablaba. ―…puedes llamarme Lucius.― Avril se sobresaltó con este ofrecimiento, pero segundos después sonrió ampliamente.
― Esta bien...Lucius.
*―*―*―*―*
― ¡Una semana!― Si, eso era lo que faltaba para que las clases terminaran. Emily se había tirado sobre uno de los sillones de la sala común al tiempo que comía un chocolate.
― Solo una semana más y estaremos en casita durmiendo todo el día. ― Exclamó risueña la pequeña mientras se sentaba junto con Connor en las mesas.― Oye, ¿sigues con eso, no eran que tus exámenes habían terminado?
― Así es, pero quiero ver si las cosas que puse estaban bien.― Se excuso nervioso. Era demasiado, sin previo aviso la pequeña le saco el libro. ― ¡Oye!
― Lo siento Connor, pero debes descansar un poco tus neuronas y darle un respiro a tus nervios, si sigues así te morirás de stress.― Cerró el libro y se lo llevó a la habitación.
Sin nada interesante de que hablar las cuatro chicas se quedaron en completo silencio, hasta que uno de sus compañeros entro el cuadro de la dama gorda con un cartel entre las manos. Se paró en seco ante la cartelera de anuncios y estiró su nota.
― ¿Una fiesta?― Cristhy por poco y causa que su compañero tire todo.
― Eh...así es, es la fiesta de fin de curso, esta vez se hará en Hogsmeade y participaran todas las casas.― Contestó ya recuperado el joven.
― ¿Otra mas, este año nos la pasamos de fiesta en fiesta?― Esta vez fue Emily la que preguntó, mientras se acercaba a la cartelera, junto con muchos de sus compañeros.
― Si, tal vez nos tilden de parranderos.― Se empezaron a escuchar murmullos.
― Pero como la reunión es afuera de la escuela, será un verdadero descontrol.― Dijo un joven detrás de Danielle.
― ¿Eso quiere decir que si uno quiere ir desnudo puede?― Se atrevió a preguntar un joven de séptimo.
― Sip― Dijo el encargado de dar la noticia. El murmullo se hizo más intenso.
― ¿Se imaginan?― A Danielle se le escapo una estruendosa risa.
― Pero no dejan mucho tiempo para elegir. ― Se quejó Lily mirando la fecha de la fiesta. ― Será este sábado, faltan dos días.
― Pero justamente no podíamos anunciarla antes, sino los profesores se enterarían.― Le explico el joven.
― En donde será― Alcanzo a preguntar Connor, al tiempo que todos los presentes en la sala común comenzaron a hablar emocionados sobre la nueva fiesta.
― En las tres escobas.― Le contestó Lily.
― ¡Ah! ¿Lo reconstruyeron?
― En la anterior salida estaba todo bien.― Le comentó La pelirroja recordando su pequeña estancia con el buscador de Gryffindor.
― Y eso que la profesora lo hizo pedazos la vez pasada. ― Murmuro Danielle recordando el incidente entre Milo y Andrómeda.
― Hablando de eso ¿saben si Dumbledore le dijo algo sobre su comportamiento?― indago Emily. Sus amigos negaron con la cabeza. ― Ya veo…me parece extraño, después de todo es una profesora y su comportamiento estuvo muy mal, una cosa es destruir un lugar y otra es que esa sea la consecuencia de tratar de matar a alguien, en este caso a Milo.
― La profesora es rara, pero creo que en parte tiene razón.― Opinó Danielle.― Para ella debió ser una completa deshonra que su prometido escapara con Avril.
― ¿Pero tanto como para querer matarlo?― Connor miro a su amiga.
― Bueno, Avril siempre quiere matar a Black pero nunca tiene una base sólida como para decir por qué.― Contestó Dan.
― Es cierto. ― apoyó Lily.― De todas maneras, espero que en esta ocasión no se entere la profesora porque estoy segura de que no terminara bien.
*―*―*―*―*
La noche era excelente, no hacia ni frío ni calor, perfecto para solo llevar un saco y nada más. Las locas estaban tratando de arreglarse, como ya deben suponer la habitación era un completo caos no solo de ropa sino también de gritos.
― ¡Me recuerdan porque estoy así vestida!― Se quejó la pequeña mirándose al espejo al tiempo que tocaba sus orejitas de conejo.
― Hicimos una apuesta. ― Le recordó Danielle irónica, acomodándose la falda.
― ¿Y porque yo solita tengo que ponerme estas orejitas que no pegan para nada con mi ropa?― volvió a indagar Avril.
― Porque perdiste la apuesta. ― Señaló Cristhy cerrando el ultimo botón de su pantalón.― Demonios, no debí comer pan antes de vestirme.― Dijo entrecortadamente.
― ¿Esto me lo podré sacar a mitad de la noche no?― Preguntó Lily saliendo del baño y señalando sus botas altas color negras.― Mis tobillos ya no resisten y apenas me las puse.
― No te preocupes, no estaremos toda la noche sobre esto. ― Emily señalo sus zapatos que también eran muy altos, del mismo color. Combinaban perfectamente con su vestido entallado.
― Sigo pensando que la apuesta fue una ridiculez― Exclamó Avril. Se sentó en una de las sillas para que Lily comenzara a maquillarla.
― Eso te dije antes de que aceptaras, pero no me hiciste caso. ― Dijo Emily.
― Pero ya está hecho, así que no hay vuelta atrás.― Cristhy se sentó en su cama. ― Pero, oye, no es tan malo, solo debes tenerlas puestas toda la noche…y bueno…dejar de lado los comentarios que puedan llegar a decirte nuestros compañeros.
― Mira, no se tu, pero generalmente los chicos pasan de mi persona.― Le recordó Avril.
― ¿Y a que viene ese comentario?― Lily paro de maquillarla. Avril se puso un poco nerviosa, hasta abochornada.
― Bueno…es que esta noche me hubiera gustado bailar con alguien que 1) no sea de mi mismo sexo 2) que no sea mi amiga 3) que no crea que estoy loca todo el tiempo…aunque creo que con esto. ― Señalo las orejitas.― Pensaran todo lo contrario.
― …―
― ¿qué? ¿Por qué me miran así?― Lily se tiró a abrazarla mientras que las otras lloraban de emoción sobreactuada.
― Cristhy… ¡nuestra Avril está creciendo!― gritó Emily.
― ¡Así es! ¡Pronto nos dejara y formara una nueva familia!― Danielle lloraba sobre el hombro de Cris.
― ¡Estas madurando Avril!― Escuchó que le dijo Lily al oído de manera emocionada

― ¡Oye! ¡Tal vez tengas oportunidad! Después de todo a algunos chicos les gusta las chicas tímidas.― Comentó Emily.― Y un tanto aniñadas.
― ¡Óyeme!
― ¡No te enojes! ¡Lo digo por tu bien! Eres bonita Avril además hoy no estás nada mal, y debo reconocer que esas orejitas, sacando lo que son, se te ven adorables.
Después de llenarla de elogios un tanto raros (como el de Cristhy: ¿a qué chico no le gustan los conejitos?… ¡son muy lindos!) las cinco salieron de la habitación a la hora acordada.
Como era una salida ilegal, cada casa con sus respectivos alumnos se había puesto de acuerdo para salir del castillo de a grupos así sería menos arriesgado.
A las locas les había tocado con dos chicos de séptimo, tres de sexto y cinco de quinto. Entre los de sexto se encontraba Amos Diggory.
― ¡Holas Amos!― Saludo alegre Cristhy. Ni ella ni los amigos de él se dieron cuenta del pequeño rubor que cubría las mejillas del joven.
― Cris…que suerte que nos haya tocado en el mismo grupo. ― Comentó alegre el muchacho.
― ¡Verdad que si! Así no perderé tiempo buscándote en la fiesta. ― Esto sorprendió a Amos.
― ¿Por qué tendrías que buscarme en la fiesta?
― Bueno, eres mi amigo, y recuerda que prometiste enseñarme a bailar lentos.
Un amigo de Amos se acerco a él cautelosamente y con cara de libidinoso exclamó:
― Que guardadito te lo tenias Diggory.― Al chico se le subieron los colores.
― Cierra la boca, Longbotton.― En ese momento el encargado de sacarlos del castillo entro por el retrato.
― ¿Lupin?― La cara de Emily era un mapa.
― No es raro, después de todo él y sus amigos son los que más conocen los pasadizos de Hogwarts.― Comentó Danielle.
― Antes que salgamos, les diré algunas cosas: 1) no hablen…mucho menos griten 2) no se detengan bajo ningún motivo, la maldita gata de conserje esta rondando 3) cuando yo les de la señal de que corran lo harán sin ningún miramiento. ¿Está claro?
― Si.― Contestaron a coro todos los presentes.
― Entonces vamos.― La cara seria de hace unos momentos cambio radicalmente por una divertida y amable.
*―*―*―*―*
Como era de esperarse el lugar estaba lleno, chicas y chicos conversaban y bailaban como si se fuera la vida en ello. Obviamente no faltaba alguno que estuviera ya pasado de alcohol e hiciera reír a los demás con sus locuras.
En medio de todo ese descontrol Avril y Danielle trataban de pasar hacia la barra.
― ¡Esto es un infierno!― grito Avril al sentir que alguien la piso.
― ¿Tan malo esta?― Connor la miraba divertido. Esa noche estaba realmente apuesto, con una camisa negra y pantalones del mismo color.
― ¡Connor!― Avril se abalanzo sobre él.― ¿Por qué no nos dijiste que vendrías? Pensé que no querías venir a esta fiesta…
― ¡A último momento cambie de idea pequeña, además, no puedo dejar que estés sola en un lugar como este!―
― ¡No está sola! ¡Nosotras la defenderemos!― Comentó en forma de saludo Danielle.
― Es que me fió más si la cuido yo. ― Avril se apego mas a él. ― Oye, que son estas cositas (toco las orejitas de Avril)
― Pues…jeje perdí una apuesta y me toca dejármelas toda la noche.―
―…―
La pequeña solo sonrió y tiro de la mano de Connor para arrastrarlo con ella hacia las barras. Allí se encontraron con dos atareados Milo y Antares que al verlas llegar sonrieron ampliamente.
― ¡Holis!― Exclamó Avril.
― Buenas peque ¡hola chicos!― Saludo Antares, terminado de servir una copa. ― ¿Que desean tomar?
― Pues no lo sé ¿tienen agua?― Preguntó Avril.
― ¡Es una fiesta Avril!― Danielle la miraba reprobatoriamente.
― ¿Y qué? justamente por ello, todo el mundo va a estar bien tomado, no querría despertarme en ningún otro lugar que en mi cama y SOLA.
― Así se habla mi pequeña. ― Connor la abrazo con cariño.
Después de pedir algunos tragos, los tres jóvenes se adentraron en la tarea de encontrar a las otras locas. Tarea nada fácil ya que el lugar estaba lleno y la mayoría de la gente bailaba como si se le fuera la vida en ello.
*―*―*―*―*
En una punta no muy concurrida, cuatro personas hablaban animadamente. o mejor dicho, "fichaban" a sus próximas víctimas.
― ¿Cual?
― Esa, la rubia de remera azul. ― Contestó James.
― Esa es Margaret, va Ravenclaw y es presidenta de un club de costura o algo así.― Le informo Remus. Tomó un sorbo de su bebida.
James puso su cara más libidinosa, hasta que cierta pelirroja se cruzo en su camino.
― ¿Quién es ese?― Preguntó en tono celoso, al ver como Lily reía con un compañero.
― Joshua Parker, séptimo año Hufflepuff― Contestó secamente Remus. James emitió algo parecido a un gruñido. ― No te pongas así amigo, ella no es nada tuyo, ahora ni siquiera te da la hora.
― Pero...―
― ¡Ya deja a Evans tranquila! es igual que Summers, santurronas que llegaran vírgenes al matrimonio. ― Peter fue el único que rio ante el comentario de Padfoot.
― Déjalo, esta borracho. ― Señaló a Sirius que se apoyaba en la pared, sosteniendo un vaso. ― Parece que se juro a si mismo ligarse a todas las chicas posibles en esta fiesta, hasta romper su propio record.
― Está peor que a comienzo de año. ―
― Es que ahora la diferencia es que si le gusta alguien, pero este alguien no está interesada en él.― Señaló al animago viendo con rencor a una pequeña con orejitas de conejo que bailaba animadamente con Connor.
― Estoy aburrido. ― Exclamó repentinamente Sirius, apartando la mirada de Avril. ― hagamos algo...
― ¿Cómo?
― Bueno, yo traje polvo de la verdad― Comentó sacando una bolsita del bolsillo del pantalón.― Que tal si hacemos que cierta Makalister deje de mentir por una buena vez.
― Pero, ¿ella que te hizo?―
― ¡Eso no importa!― Exclamó molesto, al recordar como la chica había interrumpido los últimos minutos de su cita con Avril.
― Padfoot, no creo que sea lo…―
― ¿Desde cuándo temes hacer una broma James?―
― ¡No tengo miedo! solo que estas muy borracho, no piensas lo que dices ni mucho menos lo que haces.―
― Eso no importa. ― Los ojos de Sirius se opacaron.― Si no me ayudas lo hare sólo.―
― No, espera, está bien, vamos.― James acompañó a su amigo hasta donde estaban las dos jóvenes. Coquetearon un poco con ellas y entre charla y charla, echaron un poco de ese polvo en las bebidas.
― ¿En serio ya no estás enojado por haberte sacando a la sangre sucia de encima?― Preguntó melosa Evelyn.
― No.― Sirius bebió de su vaso; mientras Evelyn y Marian hacían lo mismo. ― Eh, chicas, ahora venimos.― Exclamó al ver que en cualquier momento el polvo haría su efecto.
― Claro, los esperamos.― Sonrió complacida la pelirroja, guiñándole un ojo a Padfoot.
Ambos merodeadores se alejaron.
― ¿Cuánto tarda en hacer efecto?― James lo miraba impaciente
― En cualquier momento. ― Contestó secamente. Y así fue, minutos después, Evelyn comenzó a decir cosas que no debía, al igual que Marian, sin embargo por el momento solo ellas eran testigos de lo que se decían; segundos después las charla desembocó en una pelea que fue subiendo de tono al paso de los minutos. Tal es así que en un momento Evelyn se subió a una mesa y se conjuro un hechizo para hacer su voz más potente.
― ¡Atención! hola. ― Todos en la fiesta se callaron y la música paró― Solo quiero decirles que Marian...se la jacta de ser sangre limpia pero es mestiza. ― A la castaña se le llenaron los ojos de lágrimas. Era tanto el odio que tenía que también se subió a una mesa e hizo lo mismo que Evelyn.
― Y yo quiero decir, que a pesar de las apariencias... ¡Evelyn es más "fácil" de lo que aparenta!― La pelirroja la fulminó con la mirada.
― Y aunque no lo crean ¡Marian se pone relleno!― Al escuchar esto la castaña se puso fucsia de lo enojada. Empujó a su amiga.
― Ya que estamos descubriéndonos mutuamente, me gustaría comunicarles que ¡en mi vida había estado con una persona más egoísta y maldita que Evelyn!― Todo el mundo lanzo una sonrisa burlona al ver como se estaba sacando el pellejo entre las dos.― ¡además que la mas tramposa! ¡un ejemplo es como uso a un tal Snape para vengarse de Anderson!― Todos buscaron con la mirada a Snape y después a Emily que no sabía cómo esconderse tras Antares.
En ese momento Evelyn se recupera y la empuja.
― ¡Pero tú lo ideaste perra! ¡Tú dijiste de convertir a Jack en Lupin para vengarnos! Fue tu idea. ― Un gran murmullo se expandió por el salón.
― ¡Pero yo no fui la que investigo para la poción multijugos!― Se quejo histérica Marian.
― ¡Sí! ¡¡Pero tú le hiciste anda saber que “Favor” a Snape para que la hiciera!― Eso era el colmo, el aludido salió de lugar más que abochornado.
― ¡Tú no eres nadie para decir algo así!¡Tu solo te acostaste con Black para vengarte de la sangre sucia de Summers! ¡Aun sabiendo perfectamente que el chico apenas te registraba!― Evelyn se puso más que furiosa. Temblaba de ira.
Mientras tanto, tanto Avril como Emily querían salir del lugar, y lo estaba logrando pero unos metros antes de llegar a la puerta de salida un joven se les cruzo.
― Emily….
― ¡No me dirijas la palabra Jack! ¿Cómo pudiste?― Algunas lagrimas comenzaron a salir de los ojos de la pelinegra.
― Yo…era un idiota, perdóname Emily.― Los ojos de Jack por primera vez en su vida mostraban culpa.
― ¡No eres más que basura!― Exclamó muy enojada Avril. ― Nosotras ¡nosotras realmente te considerábamos un amigo!― Con las manos trataba de limpiarse las rebeldes lagrimas que salían de sus ojos.
― Ya lo sé y estoy arrepentido.
― ¡No, no lo estas! ¡Personas como tú nunca se arrepienten!― El salón ya había quitado su mirada de las dos malvadas para observarlos a ellos tres. Emily estaba furiosa. ― ¡Eres igual a ellos!― Señalo a los merodeadores que se pusieron pálidos de la sorpresa. ― Se que pensaran: ¡por que no están agradecidas por esto! ¡Si pusimos a sus peores enemigas en ridículo!― Siguió diciendo. ― ¡pero no lo estamos! ¡No estamos orgullosas de que lo hayan hecho! ¡No se puede ir por la vida pisando a otros solo por mera comodidad! ¡Las cosas no se arreglan así!― Todo el salón estaba más que mudo. Sabían que lo que decía la joven Anderson estaba en lo correcto.
― Pero…― Potter las miraba consternado. ― ¿no es eso lo que querían? ¿Vengarse de ellas o por lo menos que alguien les hiciera algo?
― ¿Y acaso rompiendo una amistad y poniendo en ridículo a todo los que estuvieran involucrados en su manera de vengarse? ¿Les parece correcto?― Avril era que estaba hablando ahora, Emily estaba abrazada Connor que la había tomado hacia segundos.
― ¿En verdad pensaban que se los agradeceríamos? ¿Que nos pondríamos contentas de que causaran tanto dolor? ¡A pesar de ser unas perras ellas dos realmente se querían como amigas! En cuanto a Jack…bueno…sacando esa gran mentira de la farsa…él…fue nuestro amigo… ¿¡QUIEN SE CREEN QUE SON PARA QUITARNOS ESO?!
― Avril tiene razón.― Cristhy se acerco a ellos.― A pesar de lo que hizo Jack fue parte de nuestro grupo, como se sentirían si repentinamente alguien viene y les dice que alguno de ustedes cuatro los traiciono, les mintió.
― Ya déjalo Cris, ellos nunca entenderían.― La voz de Emily sonaba dolida. ― Mejor vayámonos.
― ¡Esperen!―
― ¡No! ¡No lo haremos! ¡Sigan con la fiesta! ¡Con sus perfectas vidas, manga de idiotas!
― ¿no lo entiendes? ¡Lo sentimos, nosotros no medimos las consecuencias!― Se disculpo Remus.
― ¡Si, eso se nota! Se ve a simple vista que no pensaron en el sufrimiento que causarían a otros con sus acciones
― ¡No es para tanto!― Exclamó enojado Sirius, tomando del brazo de la pequeña.
― ¡Si, si lo es! Y que digas eso me da la razón de que no lo sientes realmente. Ni aun siendo mi peor enemiga, ni siquiera siendo la persona que mas me desprecio en este mundo le hubiera hecho algo así de vergonzoso. Destruiste su vida solo para conseguir ¿qué? ¿Un poco de diversión a costa de ellas?― Avril se soltó de agarre.― Deja de decir lo siento, porque nunca lo dices en serio…tu no conoces lo que es estar arrepentido por algo…deja de mentirte a ti mismo.
Avril fue la primera en salir, seguida por Connor, Emily, Cristhy, Danielle y Lily.
*―*―*―*―*
El castillo estaba en completo silencio, y la sala común estaba vacía. La pequeña junto con los demás se sentó en los sillones más amplios.
― Nunca creí que defenderíamos a Evelyn y Marian.― Opino Cristhy. Se acomodo mejor en su silla y miro fijamente el piso. ― Tampoco puedo creer lo de Jack, él...
― Solo se rio de nosotras, al igual que todos.― interrumpió Emily. Su voz notaba mucha tristeza.
― Chicas.― Connor abrazo más fuertemente a Emily.― Solo fue una mala pasada...deben superarlo
La sala se silencio por unos minutos. Cada uno estaba metido en sus pensamientos.
― Por lo menos.― Danielle se movió incómodamente.― Esta es la última semana, terminamos este año y...
― Empezamos todo de nuevo, borrón y cuenta nueva. ― Siguió Avril, sabiendo lo que su amiga pensaba. Danielle asistió levemente.
― Estoy segura de que el año que viene será mejor que este.― Dijo Lily.― Aunque lo dudo mucho.― Miró a Connor. ― No estarás con nosotras.― El joven se sonrojo por demás, mientras que las chicas miraban con una media sonrisa.
― Es cierto, Connor no estará más.―
― Eso no es cierto, nos podremos comunicar por carta. ― Exclamó el joven abrazando más a su amiga. ― Y nos iremos de vacaciones juntos, recuerden.―
― Pero no será lo mismo. ― Avril se paró de donde estaba y se sentó al lado de su amigo. ― Creo que nos hicimos adictas a que estuvieras con nosotras, defendiéndonos y enseñándonos cosas.― Tomó del brazo de su amigo. ― Y aconsejándonos.― Su ojos se llenaron de lágrimas.
― Avril.― Murmuraron los presentes. La pequeña siguió llorando.
― Pequeña. ― Connor tomo su mano. ― Sabes que siempre estaremos juntos, no tienes por qué ponerte así― Trato de consolarla. Avril se soltó del agarre.
― ¡No! te irás y conocerás nueva gente...te darás cuenta de que perdiste el tiempo con nosotras, que te perdiste de muchas cosas por estas.― Un nudo se le formo en la garganta. ― Te has perdido de muchas cosas por nosotras Connor, siempre nos tildaron de locas en este colegio y a ti, te pusieron en la misma bolsa por nuestra culpa. ― La vista se le nublaba por las lagrimas.― Lo lamento, generalmente siempre fui yo la que te metía en líos.― No soporto más la presión y salió corriendo fuera de la sala común.
― Sera mejor que vayas a buscarla. ― Comentó Danielle.― Ella te quiere mucho.―
― Dan tiene razón, ve y trata de consolarla, será duro para ella el año que viene.― Agregó Emily.― No te preocupes por nosotras.― Connor asistió y salió por el retrato.
Corrió rápidamente, tratando de encontrar a su amiga. Después de unos minutos, diviso su pequeña figura en uno de los pasillos que daban a los terrenos.
― ¡Pequeña!― gritó el joven, pero la chica no se dio vuelta a mirarlo. Connor estaba completamente seguro que lo había escuchado, así que adelantándose a lo que pudiera suceder corrió hacia ella. ― ¿Por qué no me contestas?― Dijo al tiempo te tomaba su brazo para detenerla. Los ojos grises de Avril estaban rojos he hinchados por el llanto.
― ¿Sera porque no tengo ganas de hablar?― Contestó irónica. Connor sonrió, por lo menos aun seguía con ganas de pelear. ― Ya déjame ir Connor, no quiero.
― No, antes que nada quiero decirte…no, mejor prometerte que nada pasará, nada cambiará entre nosotros Avril. ― Soltó lentamente a su amiga. ― Seguiremos siendo amigos, el que termine la escuela no significa que termine contigo y con las chicas.―
―...―
― ¡Avril!― Connor sonaba duro. ― A mí también me cuesta mucho dejarlas, ¿crees que para mí no es difícil irme y no verlas mas todos los días?― Avril levantó la vista y vio los ojos verdes sinceros de su mejor amigo. ― Pequeña, desde que tu y las otras entraron en mi vida ya no estoy solo.― La muchacha abrió los ojos por la sorpresa. ― Si, hasta que las conocí no tenía amigos, por lo menos no verdaderos.
― Pero…―
― Hicieron que mi vida sea más alegre, cada una de ustedes es especial para mí― interrumpió el joven.― Emily con sus múltiples caídas y la cara de alegría que pone después de una al ver que le regalo un dulce.― Su mirada se enterneció mas.― De Lily cuando se saca una buena nota y grita como si fuera la primera vez― Avril rio ante el comentario. ― O cuando Cristhy poner caras raras y uno sabe que esta ideando cosas locas e incoherentes.― Avril asistió. ― Y Danielle…bueno ella. ― Esta vez fue Connor el que bajo la mirada. ― Ella tiene ese radar de decir lo correcto en el momento adecuado. ― Ella apretó en forma de apoyo la mano de su amigo. ― Y tu…eres lo mas especial para mí, gritas y maldices como se te da la gana, pero me enseñaste algo que nunca voy a olvidar...me enseñaste a vivir...a ser yo mismo sin pensar continuamente en el que dirán o en lo que los demás esperan de mi.
― Connor...yo...―
― Soy lo que soy gracias a ti, gracias a las chicas...son mi familia y estar con ustedes significa estar en casa. ― La pequeña no sabía que decir, nunca su amigo había sido tan sincero. Notó como una lágrima comenzó a caer por su rostro, la cual fue limpiada rápidamente por Connor. ― No quiero que estés triste porque me voy, solo será en el año en las vacaciones nos podremos ver.― Sonrió para darle ánimos a la peque.― Y volveremos a estar juntos en la academia para aurors.― Avril rio ampliamente.― Ves, ya se hace menos.― La pequeña sin decir nada mas abrazo a su amigo con todas sus fuerzas. Se dice que siempre que hay un encuentro habrá una despedida, pero esto no era más que un hasta luego.
*―*―*―*―*
Emily salió de su última clase de Runas. Una pacifica sonrisa adornaba su rostro mientras que la suave briza del verano mecía su cabello.
― ¡Emily!―
― ¿Que quieres?― Preguntó un tanto brusca al ver a Remus acercándose a ella. Él también acababa de salir de esa clase.
― Lo mismo que hace dos horas o hace cinco minutos, hablar contigo. ― El joven licántropo se acomodo frente a ella impidiéndole el paso.
Emily lanzó un resoplido.
― Lo lamento, en realidad, todos lo lamentamos.
― Menos mal.― Acotó mordaz― Sino serian personas sin sentimientos.
― Ehm lo hicimos para ayudarlas a ustedes.―
― No lo necesitábamos Lupin...esa era nuestra guerra y se metieron como si nada..― Remus pudo ver el fastidio en los negros ojos de la muchacha. ― Pero ese es su error, creer que pueden meterse en cualquier parte y solucionarlo todo...y no es así, no son los dueños del mundo...
― Lo sé.― Remus miro inconscientemente para una de las ventanas. El día estaba hermoso y la temperatura era soportable, entonces... ¿por qué se sentía acalorado? ¿Acaso es así como se sentía la vergüenza?.
Emily dejo de mirarse las agujetas de sus zapatos y con la voz más neutra que le salió, acotó: ― Creo que a ustedes les falta mucho para aprender lo que significa "lamentar" algo de verdad. Traten de salir de esa burbuja de perfección...no todo se arregla con una sonrisa y una cita.
Acomodo los libros que tenía en sus brazos y siguió caminando.
Tal vez no era la más madura ni la más adecuada para decir lo que dijo, pero si algo había aprendido ese año es que muchos dicen lo siento, pero poco conocen realmente lo que significa esa palabra.
*―*―*―*―*
El día del regreso llego, muchos estudiantes se encontraban corriendo de un lado a otro del castillo buscando sus cosas. Lo mano de dejar todo para último momento...nada sale como debería.
En la habitación Lily y las demás terminaban de empacar.
― Ya se fue un año más.― Avril cerró su baúl.
― El que viene será nuestro último año. ― Comentó Lily, acomodando su túnica. ― Creen que...
― ¿Sera mas difícil?
― No, lo que quería decir es si sobreviviremos.―
― Si lo hicimos este año.― Contestó Danielle.
― Año complicado.― Murmuró Emily.
― ¡Todos los cursos son complicados Emi!― Se quejo Cristhy, guardando o intentado guardar uno de sus peluches en el baúl.
― ¿No crees que sería mejor dejar eso afuera y llevarlo en la mano?― Propuso la pelirroja, ayudando a su amiga.
Toc Toc
― ¿Quien?
― ¡Connor!― Se oyó del otro lado. Avril se apresuro a abrirle.
― ¿Están listas?
Dan miro a su alrededor y asistió positivamente.
― Bueno, vamos, no vaya a ser que no quedemos aquí.― Sonrió complacido.
Las jóvenes tomaron su equipaje y salieron de la habitación. En la sala común varios alumnos charlaban mientras que esperaban la orden de marcharse.
― ¡Oye!― Avril se dio vuelta y se encontró con una pelirroja.
― Que.― Contestó secamente la pequeña. ― ¿Ahora qué quieres?
― Déjame hablar. ― Le corto duramente Evelyn.― Se que nunca nos llevamos bien y...
― Que me hiciste la vida imposible.― Agregó Avril. Evelyn se mordió el labio. Sea lo que sea que quería decir la pelirroja no le era nada fácil.
― Yo...
― No tengo toda la vida Evelyn.―
―Gra...gracias...― Esto sorprendió a todo el grupo. ― Lo que hiciste la otra noche...con tus amigas...te lo agradezco...― Marian se posiciono atrás de su amiga y afirmo.
―...ah...bueno...eh...― Avril no sabía que decir, aunque su estado era mejor ya que todos sus amigos parecían peces tratando de respirar abriendo y cerrando la boca por la impresión.
― Bueno, solo eso quiera decir. ― Evelyn pasó de estar un tanto abochornada a volver a su actitud altanera de siempre.― Nos vemos prima. ― Saludó a Cristhy y salió con aires de superioridad seguida de cerca por Marian.
― Eso…― Murmuró Emily
― Fue raro. ― Un escalofrió recorrió la espalda de todos en el grupo.
*―*―*―*―*
Todos los alumnos estaban subiendo al tren de regreso, la mayoría de ellos ya habían encontrado un compartimiento:
― ¿ERES BOBA?― Una esfera negra salió aceleradamente del compartimiento de donde segundos antes se había emitido el grito; repentinamente esa cosa estalló, dejando un muy desagradable olor.
― ¡CUANTAS VECES TENEMOS QUE DECIRTE QUE EL SEGURO SE LE QUITA MOMENTOS ANTES DE UTILIZARLA!
― ¡Se me olvida!― Se quejó Cristhy
― Algún día de estos nos matara sin darse cuenta. ― Dijo Danielle sentándose bruscamente en el asiento y cruzando los brazos enfadada.
― Chicas.― Connor trato de calmarlas, con muy pobres resultados.
― ¡Son muy duras conmigo!― Se quejo Cristhy.― ¡No me dejan ser!
― La idea es que seas sin matarnos en el proceso Cristhy.― Le reto Lily acomodando su coleta.
― Buen punto. ― Todos empezaron a reír tras unos momentos.
― Este año fue el mejor.― Comentó Danielle dejando de reír.
― Lamentablemente.― Contestó Lily divertida.
― Oigan…―
― ¿Qué pasa, cris?
― Siento que olvide algo.―
En el castillo:
En la habitación antes utilizada por las chicas, una lechuza ululaba histérica mientras se tiraba contra los finos barrotes de su jaula.
Volviendo rápidamente al tren
― ¡ACUINI!― gritaron todos tratando de salir de compartimiento al mismo tiempo.
Fin

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